Bloggero Invitado: Avi
Importantísima victoria que perdurará durante años en la memoria del aficionado integral. Nuestro gran Verdasco, como otro San Fernando, abatió el orgullo del tenis argentino, cuyos aficionados tampoco olvidarán la “noche triste y el salto al abismo de Acasuso”.
Reunida “La invencible” en el puerto de salida saltan el charco y se presentan cautelosamente ante la fortaleza a abatir del “Mar del Plata” en las “Islas Malvinas” cual otrora ocurriera en “Las Navas”. Inician el asalto; la resistencia es espartana; empiezan a flaquear nuestros hombres pero allí estaba el Vicario que, bajo palio, ordenó atacar más briosamente con resultado de triunfo final y la apoteosis de la alegría que se celebró espontánea y simultáneamente a lo largo de toda nuestra entrañable “piel de toro”.
Nos quedamos con las ganas de saber si la nueva adquisición de “La Armada”, Marcel Granollers, es digno de la aprobación de la “hinchada” pero ya tendremos tiempo.
Hay que ser cortes con el enemigo vencido y reconocer que su “hinchada” se portó, en todo momento, con la más absoluta corrección; incluso no escatimaron parabienes a los vencedores.
No les humillo si digo que ese y otros pueblos colindantes fueron, en su día, descubiertos, conquistados, colonizados, cristianizados y alfabetizados por los ascendientes de los hoy victoriosos. Ya se qué se suele decir cuando se oye lo anteriormente expuesto pero mejor no ”meneallo”.
El desmenuzamiento de cuanto ocurrió a lo lago de esos tres días de buen tenis debéis encontrarlo en un cronista profesional que haberlas hailas. Yo sólo he desarrollado una semblanza de los hechos a mi humilde modo de ver y en plan jocoso, que la seriedad ya nos la proporciona el devenir de la vida diaria, con sus monstruosos terroristas.
Bloggero Invitado: Avi.
Reunida “La invencible” en el puerto de salida saltan el charco y se presentan cautelosamente ante la fortaleza a abatir del “Mar del Plata” en las “Islas Malvinas” cual otrora ocurriera en “Las Navas”. Inician el asalto; la resistencia es espartana; empiezan a flaquear nuestros hombres pero allí estaba el Vicario que, bajo palio, ordenó atacar más briosamente con resultado de triunfo final y la apoteosis de la alegría que se celebró espontánea y simultáneamente a lo largo de toda nuestra entrañable “piel de toro”.
Nos quedamos con las ganas de saber si la nueva adquisición de “La Armada”, Marcel Granollers, es digno de la aprobación de la “hinchada” pero ya tendremos tiempo.
Hay que ser cortes con el enemigo vencido y reconocer que su “hinchada” se portó, en todo momento, con la más absoluta corrección; incluso no escatimaron parabienes a los vencedores.
No les humillo si digo que ese y otros pueblos colindantes fueron, en su día, descubiertos, conquistados, colonizados, cristianizados y alfabetizados por los ascendientes de los hoy victoriosos. Ya se qué se suele decir cuando se oye lo anteriormente expuesto pero mejor no ”meneallo”.
El desmenuzamiento de cuanto ocurrió a lo lago de esos tres días de buen tenis debéis encontrarlo en un cronista profesional que haberlas hailas. Yo sólo he desarrollado una semblanza de los hechos a mi humilde modo de ver y en plan jocoso, que la seriedad ya nos la proporciona el devenir de la vida diaria, con sus monstruosos terroristas.
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