Semifinal de Nadal en el Máster de Madrid


Bloggero Invitado: L'Avi
Foto: Reuters/Susana Vera

Esta vez no ha podido ser y bien que nos ha pesado a todos los que esperábamos otra grande y nueva victoria de nuestro gran Nadal. Se inclinó la balanza del lado contrario por la miíima expresión del canto de un papel de estraza.
Me hubiera gustado verle, de nuevo, tirado por los suelos a pesar de que lo reprobé no ha mucho. He sido bien castigado. No lo volveré ha hacer.
Solo de pensar que ha tenido la victoria en sus manos a poco que le hubiera ayudado la suerte, se me pone la carne de gallina. Insisto sobre la importancia de saque y del cuidado que tienen que tener para no perderle; como en este caso que nos ocupa la perdieron los dos, en momentos clave, también lo pudieron aprovechar los dos y a quien mas beneficio fue a nuestro buen francés. Me estoy imaginando la rabieta interior de Nadal que, esta vez no le sirvieron sus conocimientos del tema ni el empeño que puso en aprovecharlos.
No le podemos reprochar nada y a nosotros, sus incondicionales, nos toca pensar que alguna vez tenia que perder y que le queda mucho margen antes de empezar el declive; son solo 22 años y mucha vida por delante.
Ha perdido solo una batalla pero no la guerra

Aguacero


Bloggero Invitado: L'Avi
Getty Images


Mi pequeña crónica del partido de ayer:Ante las expectativas de buen juego que habí­a despertado el partido, no quise perderme el espectáculo y me planté delante de mi televisor con la antelación suficiente para no perderme tampoco el preámbulo que se da en estos casos.

Diremos que el partido empezó de muy diferente manera a como ocurrió en Tallí­n el de la semana pasada; aquí, a diferencia de entonces, el que empezó perdonando vidas fue el enemigo y a no reaccionar a tiempo nuestros bravos, otro gallo les cantara.

Hacia mediados del primer periodo colocaron en el fondo de la red del simpático Casillas su balón que cayó entre nuestros muchachos como un jarro de agua helada; tan helada estaba la de jarro que la reacción tardó en aparecer pero apareció y los chicos se dieron cuenta que la prioridad en aquellos momentos era empatar el partido antes del descanso y allí deliberar que es lo que sería bueno hacer para llevarse los puntitos a casa y colocarlos en la alacena donde están los otros para el suma y sigue.

A falta aún de seis minutos del mentado descanso el balón de los nuestros se introdujo, como el que no quiere la cosa, entre los tres palos de la portería enemiga, se dio por conseguido el primer objetivo y a descansar.

La reprimenda del Sr Del Bosque, en los vestuarios, debió ser de aúpa porque salieron mohínos y con aspecto de pocos amigos. No enseguida de salir, pero sí­ pocos minutos después, ya se empezó anotar que la reprimenda habí­a surtido efecto y paulatinamente se apreció esta circunstancia en el buen juego que exhibieron hasta la consecución del otro objetivo que se habían propuesto.

El gol que les dio la victoria final. Bregaron en casi toda la segunda parte muy por encima de sus oponentes y recibieron el premio que, sin duda se merecían porque, lucharon también, contra la furia de los elementos en forma de un impresionante aguacero de tal manera que si por allí hubiérase encontrado un Noé seguro que empezara a preparar el Arca.


Otros Tiempos, otras Tácticas, otras Alineaciones


Por: José Luis Serra

Blogero Invitado

¿Qué se ha hecho de los Extremos?

Es obvio que, en los años 40 y 50 del pasado Siglo XX, una gran mayoría de los que entonces éramos chavales sentíamos una verdadera pasión por el fútbol, tanto desde el punto de vista de meros espectadores como del de jugadores activos o del de aficionados con ambas facetas a la vez.

En mi caso particular y, pese al tiempo transcurrido, recuerdo como si fuera hoy, las dificultades por conseguir una Entrada General cuando intentábamos asistir a un Barcelona-Madrid o a un Barcelona-Español, p.e. y luego acudir a mediodía del domingo a “hacerse un hueco en las avalanchas del Gol Sur” del desaparecido Campo de Les Corts del C.F. Barcelona, dos horas antes, como mínimo, de la hora fijada para el inicio del encuentro. Y, como jugador, ocupando el puesto de Interior izquierdo del equipo del Colegio y alternando en los dos equipos juveniles del Club Deportivo Universitario, que se creó por aquel entonces.

En aquella época, todas las formaciones de los equipos españoles se basaban en un 2- 3- 5 (formación conocida como La Pirámide), es decir, dejando aparte al portero, se buscaban DOS Defensas (derecho e izquierdo), TRES Medios (Medio ala derecho, Medio centro y Medio ala izquierdo) y CINCO Delanteros (Extremo derecho, Interior derecho, Delantero centro, Interior izquierdo y Extremo izquierdo).

El sistema de juego básico era siempre el mismo: los dos Defensas se encargaban de marcar y cortar las escapadas de los dos Extremos contrarios; los dos Medios alas marcaban a los Interiores, el Medio centro -principal elemento clave del Equipo- desempeñaba la doble misión de marcar al Delantero centro contrario y de distribuir el juego de ataque de su Equipo; los Extremos, que ante todo debían ser veloces, se situaban en la línea divisoria del centro del campo para hacer las escapadas por sus bandas respectivas y después de driblar al Defensa de turno llegar hasta la línea de fondo adversaria y hacer un centro preciso sobre la cabeza del Delantero centro, o, si las circunstancias lo permitían, realizar una internada vertiginosa y disparar a puerta directamente. Los Interiores sufrían un desgaste físico importante, por cuanto tenían que subir a atacar en las jugadas de ataque y replegarse rápidamente a defender cuando era su Equipo el atacado. El Delantero centro tenía como misión principal y, prácticamente única, la de meter goles.

Un equipo famoso, de alineación 2- 3- 5 (La Pirámide), que a muchos nos gustaba recitar de memoria, fue el del C.F. Barcelona de la Temporada 1943-1944, formado por:

Velasco - Elías, Curta - Raich, Rosalench, Balmanya - Valle, Escolá, Martín, César y Bravo.

Velasco (Juan Zambudio) fue sustituido, por problemas de visión, el 15 de Agosto de 1946 por el debut de Antoni Ramallets que fue portero del C.F. Barcelona entre las temporadas 1946-47 y 1960-61. Disputó 538 partidos y fue 35 veces internacional por España. Se consagró definitivamente en el Mundial de 1950 que se celebró en Brasil. En este Mundial la selección española obtuvo la mejor clasificación de su historia. Era conocido como “El Gato de Maracaná” por su gran agilidad y por su extraordinaria actuación que tuvo en el estadio brasileño. Ramallets es, probablemente, el portero más importante de la historia del Barça.

A mitad de los años 20, Herbert Chapman (1878-1934), Director del Arsenal de Londres, creó la formación denominada WM, estableciendo Cinco Defensores y Cinco Atacantes: Tres Defensas y Dos Medios con funciones defensivas y Dos Delanteros Interiores apoyando a los Tres Delanteros atacantes.

La WM fue creada para contraatacar el cambio de la Norma del Offside, en 1925, que redujo el número de jugadores contrarios que los atacantes necesitaban entre ellos y la línea de gol, de 3 a 2 (portero incluido). Eso llevó a la creación de una nueva figura: El Defensa Central, a base de retrasar al antiguo medio centro a la defensa para cerrar el paso al Delantero Centro contrario e intentar equilibrar el juego defensivo y ofensivo.

Mr. Chapman fue denostado por unos y alabado por otros. En mi opinión, su idea con todas las variantes que le siguieron (4-3-3; 4-4-2; 4-4-1-1; 4-2-4; 3-4-3, formación que utilizó el C.F. Barcelona en 1990 con Johan Cruyff como entrenador, consiguiendo 4 Títulos de Liga en 1991-1992-1993 y 1994 y una Liga de Campeones en 1992, etc.), fue buena, como lo prueba su aceptación universal, pero creo que perjudicó al fútbol como espectáculo, en especial, el papel de los Extremos, los cuales desaparecieron como tales y su función pasó a ser realizada, a partir de entonces, con éxito desigual, por los Defensas Laterales.

Yo me pregunto qué pasaría si algún Entrenador, contando evidentemente con dos Extremos de la categoría y características de los que relaciono en el archivo adjunto, se atreviera a adoptar, de nuevo, una formación piramidal 2 -3- 5.