BARÇA - INTER



Presento mi pequeña crónica del partido clasificatorio de ayer entre el Barça y el Inter. No se puede dar expectación más grande en este tipo de espectáculos. Ambos contendientes se jugaban mucho; el prestigio principalmente y después nada menos que auparse a la final del campeonato de Europa. El Barça saltó a la cancha bajo una pesada losa que se trajo de Milán y desde el inicio del partido se mostró decidido a sacársela de encima.
Para no aumentar el peso de la “susodicha” mi amigo Víctor lo paró todo con un estilo marciano y mantuvo virgen la entrada que le había sido encomendada durante todo el tiempo que duró la contienda, con lo que cumplió su objetivo; pero no bastaba con eso; era necesario perforar la portería contraria por lo menos en dos ocasiones para que se dieran por acabados los muchachos milaneses, dada la endiablada marcha de los acontecimientos y se produjera el milagro por todo el “respetable” esperado.
Los minutos iban transcurriendo y entre el murmullo del graderío se dejaba sentir, como al fondo, el latido de los corazones. Empezaban a verse disimuladas miradas a las muñecas donde generalmente tenemos ubicada la medición de nuestro tiempo y nada, el resultado seguía siendo 3-¬1 en contra con lo que faltaban los dos necesarios para que se produjera el milagro esperado. Un rayo de esperanza se produjo y en medio de un ataque a la desesperada, el balón entró, por fin, hasta el fondo de la portería de los robustos muchachos milaneses.
Qué angustia y qué desesperada esperanza a la vez; lo necesario para lograr el objetivo se había reducido a la mitad, pero el tiempo corría alocadamente. El bueno de Guardiola daba órdenes con visibles muestras de desaliento y el acoso al objetivo era arrollador; en cualquier segundo de esos desesperados minutos finales podía producirse el milagro y yo en mi acomodada poltrona me arrellanaba para prepararme a presenciar la clasificación del Barça.
Pues no, la muralla china se instaló en posición de defensa y sus defensores se conjuraron para impedir, a toda costa, que nadie y menos una gran pelota perforara la entrada, y ante la desesperación del graderío y el desaliento de los muchachos atacantes, lo consiguieron a pesar de la prolongación de cuatro minutos que señaló el reglamento. Este año ya no podrá ser. La ilusión de unos y otros acaba de sufrir un traslado a la liga, que promete una etapa final de lo mas emocionante entre los dos colosos.

Bloggero Invitado: Avi

FRANCIA - ESPAÑA



Gracias a una perfecta retransmisión en la uno de TYE presencié ayer el partido de futbol, como preparación al mundial, entre las selecciones de Francia y España en el estadio de Saint Denis. El encuentro enfrentó, nada menos que a los campeones de Europa y a los subcampeones del mundo, saliendo de conjunto inicial en defensa de nuestros colores el once: Casillas, Ramos, Puyol, Xavi, Silva, Cesc, Iniesta, Villa, Piqué y Capdevila. Contra el deseo inicial del respetable, el Sr. Del Bosque, retuvo en el banquillo a Torres, no se sabe con qué misteriosas intenciones, hasta entrada la segunda parte. Ambos conjuntos iniciaron la andadura en pleno tanteo de posibilidades propias y ajenas sin que me fuera posible distinguir de qué lado se inclinaba el mejor juego hasta que en el minuto 21 y merced a un soberbio tiro raso de Villa, el esférico se llegó hasta el fondo de la malla de la portería del asombrado portero galo que no daba crédito a lo que veían sus ojos, con lo que apareció en el luminoso marcador un hermoso uno en la casilla de nuestros colores. Enrabietados los de Saint Denis pusieron, de inmediato, cerco a la entrada principal del castillo que tenía en los mandos del puente al infranqueable Casillas que, si bien, consiguió su objetivo, no lo fue sin pasar apuros, como aquel tiro directo que a punto estuvo de dar al traste con el resultado final; es el caso que Casillas habiendo conseguir desviar la trayectoria del esférico, este término por no entrar entre un clamor generalizado en el graderío, clamor de diferentes matices, según del lado que procediera. Para los galos, no se acabaron aquí las desgracias pues cuando el director del encuentro ya se buscaba en los bolsillos el silbato para mandar a descansar a los sudorosos e intrépidos muchachos deportistas, se produjo el segundo gol, esta vez del incomparable e incansable Ramos, de una manera inverosímil a primera vista; desde el centro de la delantera recibió un balón con la súplica de devolución con trayectoria debidamente corregida, e interpretó que lo que se le pedía era que hiciera su trabajo, como lo hizo: de un soberbio disparo consiguió meter el balón en la portería rozando el primer poste por fuera y el segundo por dentro. Y a los vestuarios. El segundo periodo no tiene apenas historia que relatar; se dedicaron ambos conjuntos a lo que es norma en estos casos; los galos a procurar, con todos los medios a su alcance no se aumentara el desastre y los de aquende los pirineos a mantener, y si posible fuera, a aumentar el casillero.

Bloggero Invitado: Avi

OLYMPIQUE DE LYON - REAL MADRID



Hoy si que me ha sido dado presenciar cómoda y enteramente el mediocre partido de futbol de la “Champions” en la ida de los octavos de final entre el Olimpic de Lyon y el Real Madrid que aspira a la décima copa. El encuentro ha tenido lugar en el estadio Gerland de Lyon y ha conducido el encuentro el árbitro Sr. Atkinson; Los equipos hán formado de esta manera: por el Lyon; Lloris: Réveillére, Cris, Boumsong, Cissokho, Toulalan, Makoun o Ganalons, Kallstrom, Delgado, Lisandro y Govou o Bastos y por el Madrid; Casillas: Arbeloa, Sergio Ramos, Albiol, Marcelo; Lass, Sabi Alonso, Granero; Kaká; Higuaín y Ronaldo, dirigidos por Pellegrini
El partido, como viene siendo habitual, empezó con puntualidad, a la hora que se había previsto, es decir, a las 20 horas y 45 minutos. No tardó en ponerse de manifiesto que el encuentro defraudaría las expectativas que en él habían puesto los miles de aficionados que llenaban el graderío a pesar de los altos precios, y los teleespectadores acomodados en sus butacones. Pasaban los minutos y las jugadas brillantes que se esperaban en todos los rincones del estadio, no se producían; con la apatía reinante por parte de los figurantes daba la sensación de estar presenciando un partido de segunda b; A partir del primer tercio de la primer parte se empezó a animar el encuentro y presenciamos apuros en ambas porterías.
En la de Casillas vimos dos estupendas paradas con la clase a que nos tiene acostumbrados, el portero número uno, pero de no haber mediado la suerte, me temo que no hubiera podido parar un trallazo de Lisandro con marchamo de “imparable” que se estrelló en el ángulo que forman el larguero y el palo izquierdo de la portería, optando, la pelota, por volver al campo en lugar de introducirse. Transcurrió el resto del primer tiempo, con altibajos por ambas partes, sin brillantez y con alguna dureza como lo demuestra la presencia en todo lo alto de la amarilla a dos participantes de ambos conjuntos.
Pellegrini se mostraba impaciente: y ¿qué decir de los espectadores y teleespectadores de este lado de los pirineos? pues que empezaba a cundir el desaliento ante la incapacidad de nuestros colores. También mostraban apatía los de la capitanía de Kallstrom y las brillantes jugadas que el público esperaba ver brillaron por su ausencia. La delantera del Lyón, bien capitaneada se presento ante la puerta a abatir de Casillas en varias ocasiones que fueron neutralizadas con arrojo por la defensa del Real. El Gran “extremista” Sergio Ramos nos deparó unas entregas al centro de verdadera calidad y este gran delantero actuó con la brillantez que le fue posible en medio de la mediocridad general.
Poco faltaba para la conclusión de la primera parte y seguían las porterías inmaculadas en medio de la apatía general, retirándose, ambos conjuntos a “descansar”.
Tan pronto empezó la segunda parte y cuando aún el “respetable” no estaba bien acomodado, cayó un jarro de agua fría sobre la cabeza de nuestros muchachos, en forma de gol que nos dejó a todos, espectadores y participantes, helados los unos de estupor y los otros de euforia. El resto del partido fue de conformidad para los unos y de satisfacción para los otros. Como queda dicho no podemos distinguir al uno y al otro contendiente, pues brillaron a igual altura, como lo demuestra el hecho de que la retención estuvo en todo el tiempo al 50% . Por lo que a mi toca, quedo con las ganas de
ver a Cristiano brillando como se ha dicho que lo hace.
No es cosa de rasgarse las vestiduras Queda mucha tela que cortar antes de completar la eliminatoria. Un solo gol es fácil de remontar, creo yo, por el Madrid. Y no es cosa de dejarse amilanar tan pronto. Espero que al pueblo llano nos dejaran presenciar la proeza. Una cosa quiero que quede dicha. El Lyon es un conjunto respetable pues estuvo a la altura del Madrid en las cosas buenas y en las malas que vimos a lo largo del

Bloggero Invitado: Avi