Seguro que el resultado final no ha sorprendido a la mayoría de los espectadores de dentro y fuera del estadio, aún entre los del signo contrario. El madrugador gol de los del norte dejó impasibles a los del oeste, seguros, como estaban de su poderío. Fue un puro espejismo y pronto se echó de ver que la trayectoria de los unos y de los otros no se apartaría un ápice de lo que vienen siendo los logros de ambos contendientes a lo largo de la actual campaña futbolística. El “Atlétic” no fue ni sombra de lo que antaño fuera y la superioridad del Barcelona fue insultante.
Una buena parte del público presente o teleespectador no emplearía palabras tan duras para expresar lo que en realidad fue el partido, pero ahí están los hechos; la remontada no se conformó con sobrepasar el resultado inicial, sino que le rebasó con creces.
A diferencia de otros deportes de confrontación, este tiene una duración fija y en llegando la hora se da por terminado el encuentro, sea cual sea el resultado conseguido por una y otra parte hasta entonces, pero en este caso, lanzado ya el Barcelona por la pendiente ascendente se hubiera llenado el casillero del marcador de goles a favor. Resumamos ya y digamos que, tal como se esperaba, (por los del norte no) el resultado fue justo lo que refleja la marcha de ambos contendientes en la temporada.
Tendremos retroceder unos cuantos años atrás para encontrar una trayectoria tan completa del Barcelona, porque el broche final que la cierre se da por logrado a la vista de lo que hemos presenciado esta pasada noche.
Bloggero Invitado: Avi
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